La investigación, realizada por el Senadis y la Universidad San Sebastián, dejó en evidencia el alto nivel de desconocimiento de la población respecto a los derechos de las personas que presentan esta condición.
La Dirección de Estudios de la Universidad San Sebastián (USS) y el Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis) llevaron a cabo una encuesta nacional sobre la «Percepción de la Discapacidad en Chile». El documento reveló que, de los 1.518 chilenos consultados a lo largo del país, un 84% considera que en Chile se discrimina a las personas que presentan esta condición.
«La gente piensa que se discrimina por los pocos recursos que existen, por la falta de acceso a servicios como el transporte», comentó Claudia Muñoz, experta en inclusión social de personas con discapacidad. Y agregó: «me impresiona que la opinión de los encuestados venga desde afuera, de una representación social que tiene la gente respecto del tema de la discapacidad, más que de un conocimiento real».
Contradicciones y oportunidades
Si bien el estudio arrojó que el 90% de los encuestados declaró haber ayudado alguna vez a una persona con discapacidad en la calle, el 86% opina que no se respetan sus espacios, como los estacionamientos destinados para las mismas. «Si así fuera no habría discriminación en nuestra sociedad. La encuesta evidencia que los chilenos y chilenas perciben las situaciones de discapacidad de personas (…) desde una gran confusión de conocimientos, falta de reflexión y ausencia de experiencias cotidianas», destaca Claudia Muñoz.
Con respecto a las oportunidades que se dan para las personas con discapacidad, la opinión está dividida. El 53% de los encuestados sostiene que en Chile se dan las posibilidades para que puedan estudiar, mientras que un 40% sostiene lo contrario. En cuanto a la inclusión laboral, el 62% de los encuestados piensa que no se dan las opciones para que puedan integrarse al mundo del trabajo (Ver Figura 1.).
Para el Estado: Una labor pendiente
El 74% de la población cree que el Estado no destina los recursos suficientes para implementar políticas dirigidas a las personas con discapacidad. «Esto pasa porque los ciudadanos no ven las políticas aplicadas en hechos concretos y, en ese sentido, el Estado sí está en deuda», recalcó Claudia Muñoz.
De igual modo, el 62% de los encuestados considera que como sociedad no generamos las condiciones e incentivos para la participación política de las personas con discapacidad. «Al respecto hay que tener claro que las oportunidades de participación se dan una vez que se abren los espacios sociales. Creo que está claro que hay mucha desinformación al respecto y desconocimiento de lo que se entiende por inclusión e integración», manifiesta la especialista.
Asimismo, asegura que le llama la atención que el 77% de los encuestados desconozca que Chile tiene un Servicio Nacional de la Discapacidad, sobre todo, porque este último en general está presente en la prensa.
En cuanto a las razones de la desinformación, la experta cree que se debe a las barreras urbanas -tales como la falta de adaptación de las calles o de la locomoción colectiva-, las cuales provocan que muchas personas con discapacidad no puedan participar en espacios sociales abiertos. Por otro lado, explica que existen pocos lugares en donde pueden acceder a la salud, educación y trabajo sin problemas.
Discapacidad cognitiva
La encuesta no incluyó preguntas relativas a la discapacidad cognitiva específicamente, pero Claudia Muñoz afirmó que, en su experiencia, uno de los principales problemas que tienen las personas con esta discapacidad es el acceso a la educación (en escuelas especiales, en Programas de Integración Escolar (PIE)) y, posteriormente, en integración al mercado laboral.
Al respecto, valora y considera un gran avance la reforma educativa del Ministerio de Educación, la que ha generado los programas de integración escolar. «Esta reforma hace que las Escuelas Especiales sean preferentemente para personas con discapacidad intelectual más severa, y promueve que aquellas personas con discapacidades moderadas y más leves se integren a las escuelas normales, con los apoyos necesarios», destaca.
Asimismo, advierte que este proceso requiere mucho más esfuerzo de capacitación de parte de los profesores, de aumentar el número de profesionales en el área de la rehabilitación, colegios más accesibles y adoptar currículos educativos para personas con discapacidad intelectual (los que deberían tener un enfoque más en competencias que académico). «Todavía los colegios especiales y los que tienen programas especiales tienen un enfoque académico y no referido a las competencias, que es lo que realmente les sirve a las personas para tener y mantener un trabajo», reflexiona Claudia Muñoz.
Por otro lado, en el ámbito laboral, la especialista enfatiza en que aún hay poca apertura de parte de los empresarios para contratar personas con discapacidad intelectual.
¿Cómo mejorar?
«Yo creo que hace falta investigación y compartir experiencias positivas. El área de educación investiga poco al respecto y el área de la salud también. Además, es escasa la promoción de experiencias positivas y que tienen resultado. Hay que invertir en estudios y en nuevas tecnologías para la inclusión de personas con discapacidad. Trabajar, por ejemplo, la sociabilidad; tarea que ha sido difícil», concluyó Claudia.
(*) Encuesta Nacional de «Percepción de la Discapacidad en Chile»