Aquellos que tienen perfiles cognitivos de discapacidad intelectual leve son personas cuyas dificultades se encuentran al límite entre la discapacidad y la normalidad presentando mayores inconvenientes para acceder al mercado de trabajo. Sin embargo, esta realidad está paulatinamente mejorando.
Tatiana Latuf Michelsen*
No es una condición con rasgos físicos aparentes y por tanto es poco perceptible, por lo menos a primera vista. No existen estudios ni un diagnóstico claro. Tampoco tiene un nombre. Aquellos que tienen perfiles cognitivos de discapacidad intelectual leve son personas cuyas dificultades se encuentran al límite entre la discapacidad y la normalidad, por lo que no califican dentro de lo que comúnmente la sociedad conoce como personas con discapacidad cognitiva (y por ello, no absolutamente identificables como es el caso de una persona con Síndrome de Down, por citar un ejemplo), pero tampoco tienen desarrolladas sus competencias al 100% como para asumir tareas que una persona común puede realizar a diario o desarrollarse laboralmente en total normalidad.
Son jóvenes y adultos que sufren por esta condición que los sume muchas veces en la discriminación por parte de la sociedad, sus pares e incluso las escuelas y liceos, siendo finalmente aislados por los demás bajo el velo de una realidad muy cruel: ellos están conscientes de su circunstancia y de que el resto los ignora. Son personas cuya discapacidad cognitiva menor puede haber sido generada por distintos motivos -genéticos, accidentes o secuelas de enfermedades, entre otros- y que quedaron con sus capacidades cognitivas descendidas. Su inclusión en la sociedad se hace más difícil dado que su condición no es evidente y tanto sus compañeros de trabajo como la gente en general suelen confundirse en el trato.
Actualmente, y pese a la dificultad de encontrar empresas que estén dispuestas a recibir a personas con perfiles cognitivos de inteligencia límite en sus compañías, nuestra Fundación Amigos por Siempre cuenta con importantes éxitos en la materia. Tal es el caso de Felipe Pierret quien ingresó a trabajar a KFC retirando bandejas y aseando el local, y hoy en día es cajero y atiende el servicio de entrega de auto servicio, lo que ha significado para él no sólo un crecimiento en lo profesional y económico, sino también en lo personal.
También está el caso del Estudio de Abogados Sargent y Krahn, que desde hace 3 años tiene trabajando en el departamento de archivos a Efrain Paizark, quien se ha convertido en pieza fundamental dentro de la empresa. Además contamos con el apoyo del Jardín Infantil Pehuenche, Ades (filial de Copec), Shipcop Int. y el Restaurant La Clementina, entre otros.
Muchas veces las compañías nos ofrecen puestos de trabajo básicos. Nuestra dificultad es conseguir que nos otorguen espacios laborales donde nuestros jóvenes puedan desarrollar sus competencias y se sientan realizados, valorados y útiles, ya que ellos tienen conciencia de su condición y de la poca aceptación que tienen. Nuestra misión es que los empresarios y la sociedad se atrevan a acogerlos.
Esta condición es una discapacidad invisible, ignorada. Es poco lo que se conoce acerca de ella y menos aún lo que se ha estudiado como colectivo que la comparte. No obstante, tiene a personas ansiosas por mantener una vida normal, personas que esperan por una oportunidad por parte de la sociedad para ser integradas y desarrollarse como sus pares.
*La autora es presidenta de Fundación Amigos por Siempre, cuyo propósito es brindar oportunidades laborales y sociales en general a las personas con discapacidad cognitiva leve. Además, es directora de Fundación Descúbreme.