La experiencia de Vulco demuestra que los procesos de inclusión laboral, cuando son ejecutados con compromiso y con el involucramiento de todas las áreas de la organización, tienen excelentes resultados y se transforman en una efectiva herramienta para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad cognitiva.
Vulco es una empresa líder en el diseño y fabricación de productos para la minería y que ha demostrado un férreo compromiso con la construcción de una cultura inclusiva brindando diversas oportunidades laborales para que personas con discapacidad cognitiva se integren a la compañía. Esta decisión ha rendido sus frutos y en la actualidad tienen tres procesos activos: dos en Santiago y uno en Antofagasta.
El interés de Vulco por promover la gestión de la diversidad surgió el año 2015 y la primera acción que se generó fue una campaña de concientización entre sus trabajadores para que se involucraran con la iniciativa e hicieran propios valores como la tolerancia e igualdad de oportunidades. La campaña estuvo acompañada de afiches informativos, charlas de sensibilización y notas en la revista institucional, acciones que prepararon el terreno para las primeras inclusiones.
En este contexto, en marzo de 2016, Edgar Maulén se unió al área de logística en el cargo de Operario de Producción en un sector conocido como Pañol Central, que es una bodega en las que los cerca de 600 operarios de la planta pasan a buscar diversos insumos que van desde guantes a piezas específicas y repuestos. “Mi labor es la de recibir la orden, procesarla y entregar los elementos requeridos”, indica Edgar con orgullo.
A pesar de que esta experiencia no es el primer trabajo de Edgar, sí ha sido el primer lugar dónde se siente parte de un equipo, donde sus compañeros lo respetan y en el cual recibe una remuneración justa por la labor que realiza y que responde a las condiciones de trabajo “decente” descritas por la OIT, es decir, “con libertad, equidad, dignidad y seguridad humana”.
Para Natalie Mancarella, Asistente Social del área de Bienestar y RSE de Vulco, esta experiencia ha sido totalmente positiva y su éxito en gran medida responde al compromiso del equipo de trabajo. “Yo creo que el éxito y buenos resultados de este proceso se debe a la voluntad del área, a la jefatura y al tutor. Han sido muy importantes porque en un proceso anterior fue todo lo contrario y fracasó. Esto es un esfuerzo de todos. Yo coordino el tema, pero los que están ahí presente todos los días son el equipo de trabajo”.
Por su parte, Benjamín Oyarzo, tutor de Edgar y quien trabaja junto a él todos los días, lo describe como una persona totalmente adaptada a sus labores y equipo de trabajo. “Edgar es una persona común y silvestre aquí dentro de la planta no tiene nada extraño, se maneja en forma correcta. De vez en cuando tiene sus días, pero ha mejorado y considero que es algo propio de él. Él se siente bien aquí con nosotros, lo felicitamos cuando hace bien las cosas y lo retamos también”.
A partir de ahora el acompañamiento que Fundación Descúbreme realiza a los procesos de inclusión termina, ya que, al cumplir el año, se entiende que el colaborador ha desarrollado todas las competencias y habilidades para manejarse autónomamente en el cargo, y la empresa ya ha hecho propia la gestión de la diversidad.