La normativa, que impulsa la contratación de personas con discapacidad, abre múltiples oportunidades y desafíos tanto para las empresas como para quienes inician una experiencia en el mercado del trabajo.
Gracias a la puesta en marcha de la Ley de Inclusión Laboral de Personas con Discapacidad, que significa que al menos el 1 por ciento de los empleados de empresas públicas y privadas, que cuenten con más de 100 trabajadores, deben presentar una discapacidad, está impulsando a que cientos de chilenos y chilenas se incorporen por primera vez al mundo del trabajo.
Pero, más allá de las cifras, hay miles de historias de superación de personas con discapacidad que están traspasando barreras y dando sus primeros pasos a una vida más independiente a través de un empleo formal, con condiciones dignas y en igualdad que el resto de sus compañeros. Lo que se logra a través de conocer los beneficios de contratar a personas con discapacidad y el contar con buen asesoramiento.
Una de estas historias es la de Mauro García, un joven de 28 años con discapacidad cognitiva, quien se desempeña como operario de producción en la sede de San Bernardo de la empresa Vulco. «Mi trabajo consiste en armar cajas para embalar productos mecánicos. Embalo cosas muy pequeñas hasta piezas más grandes. También tengo que sellar, pesar y etiquetar estas cajas y así quedan listas para despachar», cuenta.
Para él, el valor del trabajo reside precisamente en la posibilidad de tener una mayor independencia, autonomía y fortalecer su rol de adulto. «Para mí es súper importante trabajar porque puedo ser independiente, así yo manejo mi propia plata y me he podido comprar una bici-moto que quería hace mucho, y en ella me voy a trabajar todos los días», y agrega que «como mi mamá trabaja poquito, con este sueldo puedo aportar en la casa y me siento feliz», explica.
Este es el primer trabajo formal de Mauro, y ha sido una buena experiencia. “Me han recibido muy bien, la empresa y mis compañeros. No hacen diferencia conmigo, de hecho, estoy en el sindicato de trabajadores y también formo parte de un equipo de fútbol con mis compañeros. Desde que llegué todos me han tratado como uno más, eso me hace sentir cómodo, porque la gente siempre tiende a vernos como que no somos capaces, pero no es así, nosotros también podemos. Si nos enseñan como hacer las cosas, uno aprende”, señala el joven.
Mauro espera seguir trabajando y creciendo en la empresa. «Este es mi primer trabajo real. Hace poco me dieron un bono y cuando cumpla dos años en la empresa me toca otro, eso me motiva mucho. Además, nunca falto y por eso me dan otro bono, así que estoy feliz», señala y agrega: «en esta empresa me siento super cómodo y acá he crecido bastante».