Desde la contratación de Luz Flores en octubre de 2019, la sucursal de Salfa en Antofagasta ha recorrido un largo y gratificante camino, al fomentar un buen clima laboral y de trabajo en equipo entre todos sus colaboradores, logrando una inclusión laboral exitosa.
Mariela Fernández, encargada de Recursos Humanos de la Sucursal Antofagasta de Salfa, señaló que en 2019 la empresa estaba en proceso de incluir personas con discapacidad y, de hecho, en la Casa Matriz de Santiago ya había colaboradores trabajando. En Antofagasta se hizo la Expo Inclusión y participaron en la feria. “Me impresionó porque había una gran cantidad de personas con todo tipo de discapacidad buscando trabajo”, recordó.
Billy Bañados, jefe de Repuestos Livianos de Salfa Antofagasta, agregó que esa experiencia fue fuerte. “Nos recordó la lamentable realidad que está viviendo la sociedad, especialmente con las personas con discapacidad, quienes buscan desesperadamente una oportunidad. Ellos venían con esperanza y expectativas, compartían fragmentos de su historia. Fue muy potente la experiencia. Uno se queja de tantas cosas, pero hay gente que está pasando por una situación sumamente compleja”.
Bañados destacó que “en nuestra compañía llevamos un tiempo trabajando en la formación cultural de la organización”.
La llegada de Luz
Fernández señaló que luego de la Expo Inclusión tomaron la decisión de hacer realidad el proyecto, sin embargo, tuvieron que definir cómo avanzar. “Queríamos abarcar mucho y ojalá haber contratado más personas, pero tuvimos que adaptarnos a la realidad de la sucursal. Revisamos donde podíamos partir y definimos que en el Área de Repuestos”, enfatizó Fernández.
Por su parte, Bañados recordó que la experiencia con Luz Flores fue un mix de emociones: “Al principio había temor, trataba de ser delicado para decirle las cosas”. El apoyo de Ana Díaz, coordinadora zona norte de Fundación Descúbreme, fue muy importante en esta época. “Tuvimos muchas reuniones para desarrollar el entorno cercano de Luz con sus pares e intradepartamental, concientizando de como tenían que interactuar con ella. Con la asesoría de Ana nos fuimos soltando y la complicidad que hay entre el equipo de trabajo y Luz es sumamente positiva. Es la persona más popular de Salfa y ella es una salfalover”, destacó Bañados.
Gracias al trabajo de Mariela, Ana y Billy, supervisando el desempeño y evolución de Luz, así como el apoyo del área de Recursos Humanos de Santiago, aportando su experiencia y tips para que Luz desempeñara de mejor forma su trabajo, hubo una fluidez muy positiva. “Tuvimos altos y bajos, ella tuvo que adaptarse a las reglas o tenía una “rebeldía” de no querer hacer caso, pero tuvimos varias conversaciones donde Ana nos ayudó a cómo enfocar la información para que entendiera. El prevencionista de riesgos también nos ayudó a darle las normas de que hacer o no hacer, entender las señaléticas. Es decir, todos ayudaron a crear este núcleo de trabajo con Luz”, explicó Bañados.
Estallido social y pandemia
Antes del estallido social de 2019, Luz aprendió a trabajar con SAP, a ingresar y encasillar mercadería, y a tener relación directa con los clientes, los cuales “quedaban sorprendidos de ver a una persona con discapacidad entregando un producto, porque no es algo común. Por la pandemia la pasamos a teletrabajo para su resguardo y le habilitamos un computador corporativo, además de capacitarla en el uso de Excel y Teams. Tiene muchas habilidades computacionales y hoy es autónoma para trabajar”, señaló Bañados.
El jefe de Luz destacó que ella es sorprendente. “Siempre la estamos felicitando por su trabajo, y dentro de las conversaciones la incentivamos a que termine sus estudios, que potencie su capacidad, de que piense con ambición, de que de aquí a algunos años quizás no quiera trabajar en bodega, sino que tenga la oportunidad de llegar a supervisora o a un puesto más estratégico”, concluyó.