En los próximos años, se espera que las tecnologías digitales y el procesamiento de datos automaticen diferentes funciones que hoy son realizadas por personas. Esta situación seguramente aumente considerablemente la productividad, pero también puede traducirse en la pérdida de un elevado número de puestos de trabajo, sobre todo aquellos basados en tareas repetitivas o manuales.
Frente a este panorama, es clave que los grupos que presentan mayores brechas de participación y desarrollo en el mercado laboral puedan contar con las herramientas necesarias para adaptarse a estos cambios. Esta afirmación cobra especial importancia para las personas con discapacidad ya que, de acuerdo con los datos de la Dirección del Trabajo de septiembre de 2020, gran parte de las funciones que están cumpliendo los trabajadores contratados bajo la Ley de Inclusión Laboral poseen un alto de riesgo de ser automatizadas en los próximos años (aseo, cocina, maestro, operario, obrero, entre otras).
La concentración de este colectivo en estas actividades responde, en parte, a la falta de acceso a oportunidades educativas que les permitiría potenciar su empleabilidad. Según el II Estudio Nacional de la Discapacidad, en nuestro país sólo el 9,2% de las personas con discapacidad cuenta con educación superior completa, mientras que esta cifra asciende al 20% para personas sin discapacidad. Por otro lado, se ha llegado al consenso de que el actual sistema de capacitación y formación nacional no posee las herramientas para abordar los desafíos que impone la cuarta revolución industrial.
Tomando en cuenta estos elementos, hacemos un llamado a los diferentes actores involucrados en la inclusión laboral de personas con discapacidad (sector público, sector privado, instituciones educativas y organizaciones de la sociedad civil) para desarrollar una estrategia de capacitación y formación inclusiva, que esté orientada a desarrollar las habilidades que serán cada vez más demandadas, como las competencias digitales, la adaptabilidad, la creatividad y la innovación. De esta forma, podremos asegurarnos de que nadie quede atrás de los cambios que nos aproximan en términos laborales.