Ema superó la barrera de encontrar un trabajo durante la pandemia y, actualmente, se desempeña en una empresa que presta servicios a la minería, en un sector donde-mayoritariamente- trabajan hombres.
Ema es asistente de mecánica y, actualmente, trabaja en el área de control de calidad de FAM (Förderanlagen und Baumaschinen Magdeburg), un grupo empresarial alemán dedicado a fabricar equipos para el manejo y procesamiento de materiales, minerales y graneles que, en Chile, presta servicios en Santiago y Antofagasta a través de contratos en firmas mineras como Escondida, Cerro Colorado, Los Bronces y Sierra Gorda, entre otras.
Anteriormente Ema formó parte del programa Empresa Inclusiva de Antofagasta, desarrollado por Fundación Descúbreme y financiado por Minera Escondida, a través del cual se desempeñó en Komatsu Cummins, donde realizó una práctica y luego gracias a su buen desempeño, se quedó trabajando.
Producto de la crisis sanitaria, estuvo seis meses sin empleo. Tiempo durante el cual Ema participó en el Programa de capacitación e inclusión para personas con discapacidad cognitiva: Capacitarte de Fundación Descúbreme, a través de una capacitación online en el área de Administración de Bodega. Y así fue como, la oportunidad se abrió para ella cuando, la llamaron desde la Fundación, para una entrevista laboral en FAM.
Su primer mes en esta nueva empresa, ha sido una experiencia valorable. Nos cuenta que aún son pocas las mujeres que trabajan en mecánica o minería, por ejemplo, en su área son sólo 2 mujeres versus 14 hombres, a pesar de ello, Ema se ha sentido muy bien recibida y dice: “nos tratan bien, ha sido una muy buena experiencia trabajar con ellos”.
Ana Díaz, coordinadora de Inclusión Laboral de la Zona Norte en Fundación Descúbreme, destacó la importancia de que Ema hubiera sido incluida en una labor de mecánica, como la que desempeña en FAM, ya que “en la zona norte se incluyen muchos más hombres que mujeres. Esto pasa también por la formación académica, ya que se requieren estudios y/o capacitaciones con que las mujeres no suelen contar, y ahí está el desafío”.
Conversando con Ema, nos comenta feliz lo mucho que ha aprendido en este trabajo; a través del cual, ella quiere seguir desarrollándose con el fin de cumplir su objetivo que es llegar a trabajar “en faenas”.