A tres años de la entrada en vigencia de la Ley 21.015, hemos visto que esta medida efectivamente ha impulsado de forma considerable la inclusión de las personas con discapacidad en el mercado laboral abierto. Pese a estos avances, en el Informe de Evaluación de la normativa, elaborado por los Ministerios del Trabajo y Previsión Social, Desarrollo Social y Hacienda, se evidenció la falta de herramientas que permitan realizar procesos de inclusión laboral que sean exitosos y sostenibles en el tiempo.
Tomando estos elementos en cuenta, junto a los lineamientos establecidos en el Artículo 27 de la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas, es que en octubre del 2020 se promulga la Ley 21.275, la cual introduce nuevas medidas orientadas a que las empresas de 100 o más trabajadores sean organizaciones cada vez más inclusivas y diversas.
Esta normativa establece que las empresas deberán contar con al menos un trabajador que se desempeñe en recursos humanos con conocimientos específicos en inclusión laboral de personas con discapacidad, promover políticas internas en esta materia, elaborar y ejecutar programas de capacitación que entreguen conocimientos y herramientas al respecto. Además, la ley estipula que tanto las actividades realizadas durante la jornada de trabajo como fuera de ella consideren las normas sobre igualdad de oportunidades e inclusión social de personas con discapacidad señaladas en la Ley 20.422.
Algunos de los desafíos que se le presentarán al experto en inclusión laboral y a las áreas de recursos humanos, serán: la gestión de equipos diversos, liderazgo inclusivo, el desarrollo de carreras para personas con discapacidad, capacitaciones en diversos aspectos vinculados a inclusión, la creación de nuevas áreas inclusivas y la accesibilidad en el lugar de trabajo, entre otros desafíos.
Las nuevas obligaciones contenidas en la Ley 21.275 son cruciales para impulsar la participación y permanencia de este colectivo en el mundo del trabajo ya que busca consolidar entornos laborales en donde los principios de la inclusión y diversidad estén presentes de forma transversal. Creemos que para que este cambio sea efectivo, no basta con que haya una sola persona experta en materia de inclusión, sino que toda la empresa debiera involucrarse en esta materia para generar una cultura organizacional más inclusiva.
Por lo que, desde Fundación Descúbreme hacemos un llamado a que las empresas y organizaciones se informen, preparen y certifiquen mediante los perfiles ocupacionales levantados por el Organismo Sectorial de Competencias Laborales (OSCL) de inclusión de ChileValora conformado por representantes del mundo público y privado con experiencia en la materia.