A fines de octubre -después de haber realizado una capacitación de 8 meses- Fundación Descúbreme lo contactó para incorporarse al equipo que trabajaría en la temporada de Navidad en el Mall Parque Arauco. Hoy está feliz y agradecido de ser parte de esta experiencia.
“Mi trabajo es muy entretenido, me levanto entusiasmado para juntarme con mis compañeros, lo paso muy bien y es muy dinámico”, comenta Ignacio Toro, un joven de 23 años que, desde el 26 de octubre, trabaja como “duende navideño” en Parque Arauco, ayudando y ordenando a los niños que desean subir al carrusel.
“Todos los días trato de llegar lo antes posible, para poder juntarme con mis compañeros y compartir un rato antes de empezar la jornada de trabajo”, cuenta. Como vive relativamente cerca del mall, se levanta temprano y se va en una bicicleta eléctrica a su trabajo. “Me demoro, exactamente, 30 minutos”, comenta.
Sobre la oportunidad y la experiencia de haberse incorporado a este trabajo señala que: “Lo que más me ha gustado es que siempre ha habido un trato respetuoso. Eso es importante. Nunca he visto a alguien pasar a llevar a otro, todos somos iguales y ha sido un privilegio compartir con todos. Me he sentido muy cómodo, todos han sido bakanes, es un regalo poder estar acá con mis compañeros”.
Este “regalo” le llegó sorpresivamente cuando, desde Fundación Descúbreme, lo contactaron para incorporarse al equipo del mall por la temporada navideña. Había realizado una capacitación online en Descúbreme durante 8 meses y ahora le daban la posibilidad de trabajar en esta empresa. “Fundación Descúbreme ha sido un gran apoyo. Me ha permitido tener esta posibilidad de trabajo y, sin ella, no habría podido conocer a toda la gente que he conocido acá”, señala.
Además, Descúbreme lo ha acompañado en todo este proceso. “Las personas de la fundación siempre me llaman, me hablan por WhatsApp, me van a ver, están pendientes de lo que me pasa y dispuestas a escucharme. Semanalmente, evalúan mi rendimiento y cómo me siento con mis compañeros y jefaturas. Hasta el momento solo he recibido felicitaciones”, dice con orgullo.
En términos de crecimiento personal, Ignacio cuenta que su personalidad es un poco rígida, que le gusta hacer muy bien su trabajo y eso, a veces, lo complica. “Gracias a mis compañeros que me han ayudado, he aprendido a no ser tan rígido”, dice.
Así, día a día, disfruta a concho de esta experiencia y -al final de la jornada- llega a su casa a descansar para al día siguiente tener toda la energía necesaria, para desempeñar, excelentemente, su labor.