Los fenómenos climáticos extremos, como las recientes lluvias intensas y devastadoras, ya no son excepciones distantes en el tiempo, sino una amenaza ineludible, con dramáticos ejemplos recientes en Chile y el mundo.
Por otro lado, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) identificó a julio recién pasado como el mes más caluroso desde que se tiene registro, escenario en el que Antonio Guterres, secretario general de la ONU, lanzó una dura advertencia: “La era del calentamiento global ha terminado; la era de la ebullición global ha llegado”.
Dentro de los muchos desafíos del cambio climático, los llamados eventos extremos serán cada vez más frecuentes, por lo que cabe preguntarnos qué tan preparados estamos para enfrentarlos.
Hace unos meses el sur de Europa experimentó una ola de calor cuyas temperaturas alcanzaron los 44°C en algunas zonas de España, hecho que causó el deceso de 381 personas, quienes fallecieron por lo que se denomina “golpe de calor”(lesión que sufre el cuerpo debido a una alta exposición a fuentes de calor, cuestión que deviene en el posible colapso de los órganos vitales).
Por otra parte, un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) publicado en la revista Nature Medicine, estimó que entre el 30 de mayo y el 4 de septiembre de 2022 la causal de casi 62 mil muertes en Europa fue, justamente, un golpe de calor, concluyendo también que el riesgo de mortalidad aumenta significativamente en la población de sexo femenino, en el grupo etario mayor de 65 años, y en aquellas personas que presentan enfermedades crónicas.
Si bien hasta la fecha no se han publicado estudios que den cuenta de la mortalidad que tiene este fenómeno en personas con discapacidad, sabemos que en los grupos anteriormente descritos se concentra el mayor porcentaje de ellos. Pero este no es el único riesgo al que se expone este colectivo.
La llegada de las altas temperaturas traerá, inevitablemente, los incendios forestales, eventos que constituyen especial riesgo para las personas con discapacidad; en los incendios de California 2020, además de las 800 mil hectáreas consumidas hasta las cenizas, decenas de personas con discapacidad fallecieron debido a que no pudieron escapar de las llamas.
Como Fundación Descúbreme creemos que esta cruda realidad debiese servir como insumo para el diseño de planes que pongan por delante a las personas con discapacidad.
La evidencia da cuenta de que este tipo de emergencias serán cada vez más comunes en el futuro inmediato, por lo tanto, es menester que como país seamos capaces de elaborar políticas públicas que se traduzcan en la identificación de las personas con discapacidad en los diferentes territorios; la implementación de sistemas de alarma inclusivos; la elaboración de sistemas de evacuación diseñados para trabajar con personas con discapacidad; construcción y adecuación de espacios de albergue adaptados a diferentes tipos de discapacidad y, por sobre todo, que se concientice respecto a las necesidades de este colectivo en el ámbito de las emergencias climáticas, esto con el fin de generar respuestas comunitarias que incluyan a todos y todas.
Carola Rubia
Directora ejecutiva
Fundación Descúbreme