La inclusión de personas con discapacidad representa más que un simple acto de incorporación al espacio de trabajo; implica un compromiso profundo con la equidad en todo ámbito. Si bien en Chile se han logrado avances significativos en la incorporación de las personas con discapacidad en el ámbito laboral, particularmente a través de la Ley N° 21.015 de Inclusión Laboral, aun el país enfrenta desafíos importantes en lo que respecta al cómo se genera este proceso, especialmente en el aspecto de seguridad y salud laboral.
En un diagnóstico preliminar llevado a cabo por Fundación Descúbreme, hemos identificado una falta de reconocimiento generalizado entre las empresas respecto a la importancia de implementar un modelo de prevención inclusiva de riesgos. Frecuentemente se observa que las organizaciones se limitan a cumplir apenas con lo mínimo exigido por la ley, relegando la inclusión a un asunto de cuotas de trabajadores. En este escenario de cumplimiento meramente formal, la inclusión se percibe como un obstáculo más que como una oportunidad para enriquecer el ambiente laboral.
En términos conceptuales, la adopción de un modelo de gestión inclusiva de riesgos implica repensar la prevención de riesgos colocando en el centro los conceptos de accesibilidad y ajustes razonables como ejes articuladores. Así, se pasa a un modelo que atiende a las necesidades particulares y contingentes de cada colaborador. Sin embargo, para entender su real importancia corresponde pensar, ¿qué significa la implementación de un modelo de prevención inclusiva para las empresas?
La prevención inclusiva de riesgos es la oportunidad de innovar mediante la incorporación de una gama más amplia de perspectivas y soluciones creativas a los problemas de seguridad y salud laboral. Asimismo, permite reducir la rotación de personal, ya que un ambiente de trabajo inclusivo y seguro aumenta la satisfacción y compromiso de los colaboradores. Por otro lado, fortalece la reputación corporativa, atrayendo a un mayor número de clientes y socios que valoran positivamente las prácticas éticas y responsables. En el ámbito de la cultura organizacional, la adoptación de un modelo de prevención inclusiva de riesgos prepara a las organizaciones para responder de manera más efectiva ante eventuales crisis y cambios, gracias a una cultura de trabajo que promueve la adaptabilidad y el compromiso activo de todos sus miembros. Finalmente -y más importante- la adopción de este modelo es un paso crucial hacia el respeto y la protección de los derechos de las personas con discapacidad, asegurando que tengan las mismas oportunidades de empleo, desarrollo y participación en un ambiente libre de barreras.
Desde Fundación Descúbreme entendemos que adoptar un modelo de prevención inclusiva de riesgos implica romper con ciertos paradigmas tradicionales. Atrás quedan aquellas perspectivas que planteaban estrategias en base a los posibles riesgos que pudiera experimentar “un trabajador estándar”; por el contrario, en el modelo de la inclusión no existe tal concepto, más bien se piensa la realidad desde la particularidad de los lugares y las necesidades individuales de las personas. Es momento de mirar hacia el futuro, comprender que la inclusión no es un obstáculo, sino la oportunidad de valorizar el trabajo de las organizaciones mediante la creación de espacios más resilientes y humanos para todos y todas.
Carola Rubia
Directora ejecutiva Fundación Descúbreme