La Inteligencia Artificial (IA) es una nueva tecnología que ofrece múltiples utilidades a las personas y tiene aún gran potencial de desarrollo. Sin embargo, existe mucho desconocimiento sobre hasta dónde se podrá llegar con ella y si será necesario limitar su desarrollo o, por lo menos, normarlo.
Es así como en uno de los eventos paralelos en la décimo séptima jornada de sesiones de la Conferencia de los Estados Partes (COSP17) se abordó, específicamente, la implicancia de ésta en la búsqueda de empleo de las personas con discapacidad.
Al respecto, María Ignacia Rodríguez, jefa de Asuntos Públicos e Internacionales de Fundación Descúbreme, quien asistió a este importante evento, señaló: “La tecnología es una herramienta que ofrece muchas oportunidades, pero si no se piensa y se diseña de manera consciente, puede generar mayores barreras o multiplicar las que ya existen. La inteligencia artificial se alimenta de información que -en muchas ocasiones- viene con numerosos sesgos, que no son evidentes, pero que se van reproduciendo. Por ejemplo, muchas empresas cuando están buscando candidatos utilizan sistemas de filtro con inteligencia artificial y hacen pruebas automatizadas, etc. Eso puede dejar fuera a personas con discapacidad”.
Como un ejemplo de lo discriminadora que puede llegar la inteligencia artificial con las personas con discapacidad, la guía sobre IA elaborada por Zero Project narra la experiencia de Jutta Treviranus, directora y fundadora del Centro de Investigación de Diseño Inclusivo del Colegio de Arte y Diseño de Ontario, quien probó la capacidad de la IA para tratar con una persona con parálisis cerebral y descubrió que el aprendizaje automático basado en el análisis y la optimización de Big Data está peligrosamente sesgado contra las minorías. “Al Big Data simplemente no le gustan las excepciones. Desde el punto de vista de los datos, cualquier discapacidad representa una gran diferencia con respecto a la norma. Esto significa que es probable que se les nieguen empleos, préstamos y educación universitaria, debido a su incapacidad para ajustarse a los modelos predictivos”.
Así, a medida que la tecnología avanza, se hace indispensable abordar los temas éticos e incorporar a las personas con discapacidad en estos avances para no aumentar los sesgos ya existentes.