Promover, facilitar y difundir la inclusión de las personas con discapacidad cognitiva

En febrero se celebra el día Internacional del síndrome de Asperger

NOTICIAS - 20 enero, 2017

actualidad
El síndrome de Asperger fue descrito por primera vez en la década del 40 y desde 1994 es considerado como una categoría diagnóstica. Hoy, en el día de su conmemoración, los invitamos a conocer un poco más de esta condición.
El síndrome de Asperger fue bautizado en honor al médico austriaco Hans Asperger, quien describió esta condición por primera vez en 1944. Sin embargo, en la actualidad, siguen existiendo diversos mitos y desinformación que entorpecen la real inclusión social de las personas con Asperger.
En términos generales, se puede describir como un cuadro que se asemeja al autismo en relación a las dificultades y alteraciones en la interacción social y en el desarrollo de patrones de comportamiento, intereses y actividades repetitivas y estereotipadas. Sin embargo, las personas con Asperger muestran una mejor funcionalidad, no presentan discapacidad intelectual y logran un correcto desarrollo del lenguaje.
Una de las mayores dificultades para romper con los mitos en relación al síndrome de Asperger, es ser una condición que no ha estado libre de controversias y que, en muchos aspectos, se asemeja al autismo. Tanto así que en la quinta edición del Manual de Diagnóstico y Estadísticas de los Trastornos Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría (DSM-V), el síndrome de Asperger se elimina como como categoría independiente, subsumiéndose en los Trastornos del Espectro Autista (TEA).
Según Autismo Diario –Fundación española referente en estos temas– “en el Asperger aún nada parece claro y sigue habiendo excesivos mitos”. De ahí la importancia del Día del síndrome de Asperger que invita a crear conciencia respecto a esta condición muchas veces desconocida para la población general pero que marca la vida de quienes la presentan.
En la Guía Práctica para la Intervención en el Ámbito Escolar de la Asociación Sevillana de síndrome de Asperger, se presentan las características que describen el cuadro y, al igual que en los TEA, se organizan en tres áreas:
Dificultades en las áreas de la comunicación y el lenguaje:
– Suelen presentar un lenguaje demasiado correcto o incluso con un vocabulario muy rico. Les cuesta adaptar este lenguaje al contexto social en el que se encuentran. Como resultado, le pueden hablar de la misma manera a un compañero de clase, a un profesor o a sus padres.
– El lenguaje metafórico es algo en lo que también presentan dificultades. Los dobles sentidos, ironías, frases hechas y refranes escapan a su comprensión. Se sienten incómodos e inseguros cuando se dirigen a ellos utilizando estas expresiones.
– Les cuesta trabajo iniciar las conversaciones, mantenerlas y terminarlas de manera adecuada; así como encontrar temas apropiados sobre los que hablar. Las temáticas suelen girar en torno a sus intereses.
Dificultades en las relaciones sociales y la reciprocidad:
– Las personas con síndrome de Asperger tienen dificultades en la capacidad de imaginar los pensamientos, sentimientos y opiniones del resto. Tienen un pensamiento literal y referido a hechos concretos, por lo que les resulta muy complicado extraer ideas o conclusiones que no se muestren de manera explícita.
– Se mueven en un mundo social donde las normas y reglas les son desconocidas. Normalmente las terminan aprendiendo y utilizando, pero de manera mecánica y rígida. Para ellos es un mundo impredecible en el que se sienten vulnerables e inseguros.
– Es falsa la creencia de que las personas con síndrome de Asperger rechazan el contacto y las relaciones interpersonales. Al igual que todos, tienen la necesidad de relacionarse y pertenecer a un grupo de iguales, pero carecen de las habilidades para ello. Muchos se esfuerzan por ser sociales y acercarse a las personas, pero terminan haciéndolo con torpeza.
– Es mucho el estrés y la demanda social a la que están sometidos durante una jornada escolar o laboral. La dificultad de comprensión social hace que vivan continuas situaciones de malentendidos que a menudo ni siquiera entienden. No es de extrañar que en ocasiones terminen por preferir estar solos y aislarse.
Inflexibilidad mental y de comportamiento:
– Las rutinas y ambientes predecibles les dan seguridad y tranquilidad. Suelen tener poca imaginación y creatividad en cuanto a los juegos. Prefieren juegos mecánicos. Cuando han entendido el funcionamiento de un juego se vuelven rutinarios y repetitivos, queriendo hacerlo siempre del mismo modo y aplicando las reglas con inflexibilidad.
– Suelen tener un tema de interés inusual en su contenido o intensidad. Les gusta coleccionar elementos o información sobre este tema de interés del que pueden convertirse en verdaderos expertos.
Es importante tener en cuenta que estás descripciones son generalizaciones y cada persona tiene sus singularidades. Por eso este 18 de febrero queremos invitarlos a conocer el síndrome de Asperger y sentar las bases de una sociedad más justa, tolerante y que busca eliminar las barreras que día a día deben enfrentar las personas con discapacidad cognitiva.

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