Carola Rubia, directora ejecutiva Fundación Descúbreme
Con la conmemoración del Día Internacional del síndrome de Down, tenemos la oportunidad de concientizar a la población respecto a la existencia y necesidades específicas de personas con trisomía 21. Según registros de hospitales asociados al Estudio Colaborativo Latinoamericano de Malformaciones Congénitas, en Chile, uno de cada 300 nacidos vivos presenta esta condición, superando la media internacional de uno de cada 700. Por esta razón, se requiere un mayor avance en términos de educación inclusiva, social y laboral, que permita generar las condiciones necesarias para que participen de forma plena en todo ámbito de la sociedad.
La Asamblea General de Naciones Unidas nos invita a aumentar la conciencia pública respecto a la inclusión social de este colectivo y nos recuerda su dignidad inherente como promotores de bienestar y diversidad en sus comunidades. Pero, más importante aún, es destacar la importancia de su autonomía e independencia individual, en particular, la libertad de tomar sus propias decisiones.
Para Fundación Descúbreme la entrada en vigencia de la Ley de Inclusión Laboral Para Personas con Discapacidad este 1° de abril, es un primer paso importante en el camino de la inclusión de las personas con trisomía 21 al mundo del trabajo, y releva la necesidad de identificar los apoyos que requieren para desempeñarse de forma óptima y lo más autónomamente posible.
Para generar una inclusión laboral en condiciones de igualdad, es importante propiciar un entorno que le permita a las personas con síndrome de Down desempeñarse de igual forma que cualquier otro ciudadano, desde el valor de la diferencia, siendo un factor clave para el desarrollo de procesos de inclusión laboral efectivos y sostenibles.
Actualmente existe una ausencia de indicadores desagregados de discapacidad en los dos estudios nacionales sobre esta materia, lo que ha dificultado generar políticas públicas focalizadas en las necesidades e intereses de esta población. Es de nuestro interés invitar a las autoridades a establecer un mecanismo periódico y actualizado de estimación de la prevalencia de personas con discapacidad cognitiva y para ello utilizar las preguntas que propone el Washington Group para la desagregación de datos por discapacidad, recomendación reiterada por Catalina Devandas, Relatora Especial sobre los Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas.
Celebramos esta fecha, expectantes por las oportunidades que se abrirán este año para las personas con discapacidad y esperamos que esta transformación, que se da en el ámbito laboral, promueva cambios que faciliten la inclusión en lo educativo y en el mundo del trabajo.