“Procesos de Inducción Laboral Inclusivos” es el nombre del Volumen III del Kit de herramientas para la inclusión laboral de personas con discapacidad elaborado por Fundación Descúbreme. Aquí se presentan una serie de consejos para desarrollar estas actividades de forma presencial o remota, según los requerimientos de la empresa y funciones que realizará el nuevo colaborador.
Carola Rubia, directora ejecutiva de Fundación Descúbreme, señaló que “la realización de procesos de inducción efectivos posee importantes beneficios para los colaboradores con y sin discapacidad ya que se ha visto que disminuyen la ansiedad asociada a los primeros días de trabajo, aumentan el compromiso con la organización y aceleran los procesos de aprendizaje”.
Por esto, Fundación Descúbreme elaboró el Volumen III del Kit de herramientas para la inclusión laboral de personas con discapacidad, llamado “Procesos de inducción laboral inclusivos”. Mediante la entrega de 6 recomendaciones, este documento busca que las empresas y organizaciones cuenten con herramientas para realizar inducciones que sean inclusivas y accesibles para las personas con discapacidad, de tal manera que sean instancias que apoyen en la realización de procesos de inclusión laboral exitosos y sostenibles en el tiempo.
La primera recomendación corresponde a que las empresas fortalezcan su compromiso con la diversidad e inclusión. De esta manera, estos principios ya estarán instalados en la cultura organizacional por lo que podrán guiar el diseño e implementación de los procesos de inducción.
Una segunda sugerencia consiste en que las instalaciones de la empresa, junto a la información y actividades que se realicen en el marco de la inducción a los nuevos colaboradores, sean accesibles para las personas con discapacidad. Estas consideraciones permiten que todos puedan participar de estas instancias.
En tercer lugar, este Kit de herramientas señala que es clave que los empleadores puedan implementar los ajustes razonables que puedan requerir los colaboradores con discapacidad antes de su entrada a trabajar. Con esto se logra que, durante la realización del proceso de inducción, ya estén dadas las condiciones para aprovechar estos espacios, especialmente los que tienen relación con la capacitación al puesto de trabajo en el que se desempeñarán.
Algunos ejemplos de estos ajustes razonables corresponden al uso de instrucciones basadas en esquemas o pictogramas, lupas para ampliar la imagen de una pantalla y cambios en la altura de los escritorios, ajustes en las funciones del cargo y la flexibilización horaria, entre otros.
Otra recomendación abordada es “promover las mentorías o colaboración entre compañeros ya que, generalmente, los mentores apoyan el proceso de inducción al puesto de trabajo al demostrar cómo hacer las tareas, dando instrucciones y comentarios claros, explicando las reglas formales e informales de la empresa y fomentando la participación en diferentes actividades”, destacó la ejecutiva.
Este documento también especifica recomendaciones para desarrollar estos procesos de forma presencial o remota, ya que “la decisión sobre qué modalidad emplear para estas instancias se basa en las características del puesto de trabajo del nuevo colaborador, es decir, si sus tareas deben realizarse presencialmente o pueden ser ejecutadas a distancia, y de los cambios que haya implementado la empresa en este contexto”, finalizó Rubia.
Descarga gratuitamente el Volumen III del Kit de herramientas para la inclusión laboral de personas con discapacidad, Procesos de Inducción Laboral Inclusivos, AQUÍ.