Favorecer la educación inclusiva enfocada en el desarrollo y bienestar integral de niños, niñas y jóvenes con discapacidad cognitiva permanente, a través de sesiones de hipoterapia y cultura ecuestre, es el objetivo principal del proyecto que Fundación Llaftun está desarrollando en Chimbarongo y que fue uno de los ganadores del Fondo Descúbreme 2022.
El proyecto “Hipoterapia, expresión y contención emocional” surgió de la necesidad de entregar mayor cobertura, continuidad y sistematización a las intervenciones de hipoterapia, realizadas desde el año 2017 en las instalaciones del criadero de caballos Santa Zita en la comuna de Chimbarongo, en beneficio de niños, niñas y jóvenes con discapacidad, y que han logrado ser un gran aporte en la mejora de la calidad vida y el bienestar emocional de los beneficiarios.
Isabel Mayol, coordinadora del proyecto comenta: “Cuando nos enteramos de que habíamos sido beneficiados con el Fondo Descúbreme nos sentimos muy contentos, agradecidos y afortunados, porque ya hacía un par de años que estábamos buscando financiamiento para este proyecto y no lo habíamos encontrado”. Agrega: “Este fondo es muy importante, porque nos permite financiar este proyecto que es bastante innovador, porque a través de la terapia con caballos los beneficiarios mejoran su autoconocimiento, vencen sus miedos y mejoran su equilibrio físico al desarrollar ejercicios de coordinación sobre el animal. Además, es una terapia que permite entregarles bastantes herramientas emocionales.
Diversos estudios demuestran que la hipoterapia puede ayudar a la estimulación sensorial, ya que el movimiento del caballo proporciona un método de entrenamiento difícil de alcanzar con terapias tradicionales. Además, la experiencia emocional que significa el contacto entre el ser humano y el caballo, ayuda a vencer el miedo a los animales, fortalece los sentimientos de satisfacción y el disfrute, estimulando su interés hacia el ejercicio por períodos de tiempo más largos. Y, por otro lado, el juego que se produce con el caballo ayuda a experimentar emociones como sorpresa, expectación o alegría; y a solucionar conflictos emocionales.
Por otra parte, el proyecto es muy desafiante, ya que no cualquier caballo se adapta a este tipo de terapias. Debemos buscar equinos idóneos tanto física como emocionalmente, prepararlos con paciencia y dedicación, para que el ambiente de la terapia sea protegido tanto para los beneficiarios, como para los caballos. El proyecto comprendió 8 sesiones de hipoterapia sobre el caballo y pie a tierra, junto al acercamiento a las diversas aristas de la cultura ecuestre. Los participantes fueron organizados en 3 grupos, de siete beneficiarios cada uno entre niños, niñas y jóvenes, que asistieron a sesiones durante dos meses, con evaluaciones de ingreso, de proceso y final, con el fin de ampliar dichas prestaciones terapéuticas en los próximos años.