El envejecimiento de la población ha estado ocurriendo en muchos países del mundo. En términos sociodemográficos, se ha visto que la esperanza de vida de la población a nivel mundial ha aumentado considerablemente, al mismo tiempo que han disminuido las tasas de fecundidad y se ha presentado una reducción de la mortalidad en edades tempranas, generándose diversos cambios en las estructuras y composiciones sociodemográficas de los países.
En esa línea, la Organización de las Naciones Unidas [ONU], publicó en el 2022 diversas proyecciones de la población mundial al 2050, destacando que podría crecer hasta los 9.700 millones de personas en ese año y 10.400 millones en 2100. Mencionando, nuevamente, la disminución de los niveles de mortalidad que incidirían en una mayor longevidad (con un promedio de alrededor de 77,2 años al 2050).
Además, la Organización Panamericana de la Salud [OPS], indicó que más de un 8% de la población mundial correspondía en el 2020, a personas mayores de 65 años y más, destacando que, en el 2050, se duplicaría dicho porcentaje, siendo entonces un 16% de la población mundial la que correspondería en ese año, a personas de 65 años y más. Es decir, las personas mayores en el mundo, en el año 2050, serían el doble de la cantidad de niñas y niños menores de 5 años según proyecciones de la ONU.
El envejecimiento que está viviendo la población a nivel mundial, también es parte de la realidad de Chile, dado que nuestro país es uno de los países que, en Latinoamérica, presenta un envejecimiento acelerado en su población. En efecto, el Instituto Nacional de Estadísticas [INE], indicó que en el año 2022 la población de personas mayores correspondía al 18,1%, destacando que al año 2050, las personas mayores en Chile corresponderían a más del 32% de la población, es decir, casi un tercio de la población en el país estaría compuesto por personas mayores.
En definitiva, no sólo es fundamental visibilizar el envejecimiento poblacional, sino que también es importante construir y desarrollar políticas y medidas pertinentes que respondan a las exigencias de este colectivo, considerando la participación de la sociedad en su conjunto. Esto implica grandes desafíos en ámbitos como la salud, los cuidados, el bienestar, la seguridad, la previsión social, el trabajo y la participación social, entre otros.
A su vez, hablar de envejecimiento implica hablar también de discapacidad, en tanto es uno de los factores predictores de esta misma. Dicho de otro modo, a medida que avanza la edad, existe la posibilidad de que se presente una mayor situación de discapacidad. De hecho, en el caso de Chile, según el Ministerio de Salud [MINSAL], que el país esté viviendo un envejecimiento acelerado, contempla la posibilidad de que aumente el porcentaje de personas con discapacidad y dependencia funcional, sobre todo por enfermedades que van al alza en el grupo de personas mayores como, por ejemplo, la enfermedad de Alzheimer.
En consecuencia, desde Fundación Descúbreme, creemos que es fundamental reconocernos dentro de la realidad actual que estamos viviendo. Visibilizando y haciéndonos cargo de las problemáticas en torno al envejecimiento, con miras a establecer objetivos y metas claras que promuevan y garanticen los derechos de las personas mayores. No olvidando la relación entre envejecimiento y discapacidad.
Carola Rubia
Directora ejecutiva
Fundación Descúbreme