El pasado 7 de mayo se llevó a cabo la Conferencia Zero Project Latinoamérica 2024 en Chile, una iniciativa de Essl Foundation que busca la “construcción de un mundo sin barreras” para las personas con discapacidad. El evento “Educación sin Barreras Conferencia Zero Project América Latina y mundo hispanoparlante”, organizado por Fundación Descúbreme, representantes de Zero Project para América Latina y mundo hispanoparlante, marcó un importante hito en Chile. Reunió a más de 85 expositores y a distintas fundaciones y representantes de ONG’s, personas con discapacidad, activistas por los derechos de las personas con discapacidad, actores del mundo privado, diversas empresas y también a representantes del Estado, para discutir, promover y difundir iniciativas, soluciones y buenas prácticas de inclusión a nivel internacional. Instancia en la que también se abordaron tendencias del mundo actual como el uso de herramientas de inteligencia artificial, por un lado y, por otro lado, el fenómeno demográfico del envejecimiento poblacional.

En esa línea, distintos expertos y expertas nacionales e internacionales compartieron sus experiencias sobre tecnología accesible en la sesión «El potencial transformador de nuevas tecnologías», que fue moderado por Glenda GonÇalves Da Silva,, representante de la Unión Internacional de Telecomunicaciones [UIT], de las Naciones Unidas [ONU]. Destacando en ello, que importantes recursos de la UIT apuntan a la creación de estándares internacionales para la accesibilidad digital, la formación de capacidades, el desarrollo de informes temáticos, la aplicación de iniciativas sobre tutoriales en línea, entre otros.

En el ejercicio de los derechos humanos, la invitación es a hacernos parte activa en la sociedad y la economía digital como una condición esencial para la mejora significativa del bienestar de todas las personas, de personas con discapacidad y también de personas mayores, dado que estas herramientas tecnológicas y digitales, con uso basado en inteligencia artificial, fomentan una mayor independencia al ofrecer soluciones para la movilidad, la vida autónoma y en actividades educativas y laborales.

Hacerse y hacernos cargo de la inclusión digital es clave porque la tecnología permite precisamente conectar con otros, reducir barreras y superar las dificultades que enfrentan los grupos más vulnerables. Su uso puede marcar una diferencia significativa al proporcionar más autonomía a estas personas, mediante iniciativas y tecnologías de accesibilidad que, en su creación, desarrollo y revisión, deben ser inclusivas y accesibles desde el diseño hasta la implementación. Esto es fundamental, ya que la exclusión digital, también es exclusión social.

En ese sentido, las alianzas con organizaciones involucradas, tanto gubernamentales como del sector privado y las de la sociedad civil, son cruciales para la superación de las brechas y barreras existentes en todos los grupos poblacionales. De hecho, en el caso de las personas mayores, la brecha gris es una de las principales barreras que experimenta este grupo poblacional en torno a la digitalización. Por ello, comprender que requieren de una alfabetización implica pensar en las diversas oportunidades en las que pueden desenvolverse con conocimiento, información y aprovechando los beneficios que la digitalización tiene para entregar.

Luis Gallegos, bachiller y magíster en Ciencia Política, excanciller de Ecuador, miembro del directorio de Olimpiadas Especiales y The Valuable 500, y actual presidente de la Fundación Global Iniciative On Ageing, quien también participó de la Conferencia Zero Project en Chile, con su sesión “Oportunidades para la inclusión en un mundo que envejece”, menciona que el envejecimiento poblacional es uno de los fenómenos demográficos más importantes en el mundo, destaca que son mil millones de personas que están envejeciendo y que son mayores de 60 años, superando en número a los niños nacientes, y que para el año 2050, se proyecta que seremos 2 mil millones de personas mayores de 65 años. Así, este envejecimiento poblacional tiene un impacto profundo y multifacético que afecta en dos direcciones, por un lado, afecta directamente a las familias y el entorno más cercano y, por otro lado, afecta indirectamente a la comunidad y a todo el sistema social.

Ante esta realidad, es una tarea crucial de la sociedad en su conjunto, el dignificar la vida de las personas mayores puesto que la cuestión no es si envejeceremos, sino en qué condiciones lo haremos. Por esta razón, Gallegos menciona lo imperativo de promover una Convención de las Naciones Unidas para la protección y promoción de los derechos humanos de las personas mayores.

En efecto, es fundamental que toda la sociedad aborde este desafío demográfico de manera activa, con seriedad y compromiso. Fomentando políticas inclusivas que aseguren una calidad de vida digna para nuestros mayores, proporcionando no solo apoyo económico, sino que también acceso a servicios de salud adecuados y diversas oportunidades de participación social y proponiendo medidas que promuevan su autonomía para construir una sociedad más justa y equitativa para todos, independientemente de la edad. De lo contrario, estamos dejando fuera de este mundo digital a un importante grupo de la población que son las personas mayores.

En términos de accesibilidad, la digitalización, su alfabetización y el uso de inteligencia artificial para personas mayores, significan una oportunidad para promover la inclusión digital en el país, en nuestra región y en todo el mundo, proporcionando y facilitando aprendizajes en distintas áreas y también promoviendo la formación, la capacitación y/o la empleabilidad de personas mayores en diversos contextos donde se puedan generar oportunidades equitativas. Considerando en ello que “las estadísticas de TIC disponibles para América Latina muestran que el grupo etario de personas mayores es el más aislado de las tecnologías digitales, lo que da cuenta de una profunda brecha de la era digital”. (Sunkel y Ullmann, 2019, p. 247).[1] De hecho:

Al comparar el uso de Internet con otros países OCDE, en un grupo de personas entre 55 y 74 años se observa una diferencia importante entre países europeos y latinoamericanos. En los primeros, hay un mayor uso de Internet en comparación con los segundos, con una diferencia promedio de 42 puntos porcentuales. Chile es el segundo país con mayor uso (52%) en Latinoamérica, siendo superado solo por Brasil (57%), pero aun así se mantiene muy por debajo de lo visto en Islandia (99%), Reino Unido (88%) y España (76%). (Observatorio del Envejecimiento, 2022, p. 3).[2]

Dicho lo anterior, se trata de dar un paso esencial hacia una sociedad más inclusiva y equitativa donde las personas mayores puedan disfrutar de una vida plena y conectada con la era digital, junto a las oportunidades que puedan brindar, en general, las tecnologías de la información y las comunicaciones.

[1] Sunkel, G y Ullmann, H. (2019). Las personas mayores de América Latina en la era digital superación de la brecha digital. Revista CEPAL (127), 243-268. https://repositorio.cepal.org/server/api/core/bitstreams/80368184-dd91-4a12-a5b4-b3d23e870e45/content

[2] Observatorio del Envejecimiento (2022). Uso de Internet y Tecnologías de la Información y Comunicación en las Personas Mayores. Centro de Estudios de Vejez y Envejecimiento de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Compañía de Seguros Confuturo. https://observatorioenvejecimiento.uc.cl/wp-content/uploads/2022/06/Observatorio-Reporte-TICS.pdf

Carola Rubia
Directora ejecutiva Fundación Descúbreme.