En el mes de junio se llevó a cabo la décimo séptima jornada de sesiones de la Conferencia de los Estados Partes (COSP17) en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. El tema principal abordado fue “repensar la inclusión de la discapacidad en la actual coyuntura internacional y de cara a la Cumbre del Futuro”
María Ignacia Rodríguez, jefa de Asuntos Públicos e Internacionales de Fundación Descúbreme asistió a este importante evento y al respecto señaló: “Uno de los principales temas que se discutió en esta reunión fueron los derechos de las personas con discapacidad en situaciones de riesgo y emergencias humanitarias. Producto del cambio climático, ha aumentado la frecuencia y la intensidad de los desastres naturales y emergencias, revelando las grandes brechas que aún existen ya que, por ejemplo, los sistemas de emergencia y de respuesta a emergencias no están adaptados y no son accesibles”.
En efecto, según se señaló durante la COSP17, las preocupaciones en este sentido son cada vez más urgentes debido al aumento global de conflictos armados, los efectos persistentes de la pandemia de COVID-19, los devastadores impactos del cambio climático y la creciente frecuencia y gravedad de desastres naturales y emergencias sanitarias.
Entonces, es en estas situaciones cuando las personas con discapacidad enfrentan un mayor riesgo de lesiones, muerte y nuevas discapacidades. Además, sufren inequidades significativas en el acceso a servicios de salud, con infraestructuras inaccesibles que limitan su atención médica y el uso de productos de apoyo. Y después de la emergencia, enfrentan mayores pérdidas materiales, exclusiones y tasas de mortalidad más altas en comparación con las personas sin discapacidad. “Por ejemplo -comenta María Ignacia- cuando una persona con discapacidad recibe como ayuda una vivienda de emergencia, lo más probable es que esa instalación no esté adecuada a sus necesidades. O que a la hora de evacuar un lugar las personas con discapacidad sean dejadas de lado y si, en caso contrario, sus cercanos tratan de ayudarlos, se conviertan en nuevas víctimas del desastre”.
“Teniendo claro este fenómeno, durante la COSP los Estados plantean cuales son las acciones con que lo abordan para darlo a conocer al resto de los Estados y para identificar buenas prácticas que permitan avanzar en el tema”, explica María Ignacia. Y agrega: “Entre las recomendaciones se destaca la necesidad de incorporar a las personas con discapacidad en la toma de decisiones asociadas a estas temáticas, para que las soluciones sean efectivas para ellas; situándolas en el centro de la toma de decisiones en todas las fases del problema (preparación, respuesta y recuperación)”.