La Fundación Emerson Moreira, «Artesanos de la Vida», beneficiada con el Fondo Descúbreme 2013, incentiva el proceso de estimulación temprana en niños con discapacidad motora y cognitiva. La idea es fomentar y respaldar su inclusión.
Alegría, ruido, colores y entusiasmo inundan las dependencias de la Escuela Artesanos de la Vida de Fundación Emerson Moreira en Renca. ¿El motivo? El inicio del Programa de atención y seguimiento interdisciplinario temprano a niños con discapacidad intelectual asociada a trastorno sensoriomotor, beneficiado por el Fondo Descúbreme 2013, iniciativa apoyada por Unimarc, colaboradores y clientes.
El innovador proyecto, orientado a la estimulación temprana de niños de entre 0 y 2 años, está a cargo de un completo equipo multidisciplinario compuesto por educadoras diferenciales, fonoaudiólogos, psicólogos, kinesiólogos y trabajadores sociales, entre otros. Entre sus objetivos destaca fortalecer las necesidades más urgentes de los niños que tienen problemas motores y discapacidad intelectual, además de entregar un apoyo completo, por parte del equipo, que abarque todas las aristas necesarias de la rehabilitación.
Loreto Espejo, coordinadora de la iniciativa, comenta que «el taller ha funcionado bastante bien. Acá no solo vienen niños de Renca, también tenemos familias de Quinta Normal, Pudahuel, Independencia y Cerro Navia».
Aprender en familia
Uno de los principales objetivos es educar a padres y cuidadores, por esto, durante las dos horas en que se realiza este taller, ellos son los actores principales. «Su compromiso ha sido esencial ya que han aprendido diferentes técnicas para continuar con los ejercicios de forma segura en la casa», comenta la encargada.
Asimismo, Cynthia Tudela, mamá de Alonso López de nueve meses, quien tiene un retraso motor y síndrome hipotónico, dice que «cuando llegué, mi hijo no hacía nada y no le gustaba estar con más gente. Ahora ha avanzado mucho gracias a que yo lo refuerzo en la casa».
En cuanto a esto, Loreto Espejo asegura que la asistencia constante es fundamental a la hora de ver avances y gracias a esto han tenido excelentes resultados.
Rocío Arruez tiene tres años y presenta malformación congénita, parálisis cerebral e hidrocefalia. Su madre, Fabiola Dagnino, dice estar feliz con este proyecto, “a la Rocío le gusta venir, está contenta cuando está acá. Además, en estas horas se forma una suerte de familia con las tías y con las otras mamás».
Trabajo en equipo y multidisciplinario
El programa parte con la intervención de la educadora diferencial, quien es la encargada de «despertar» y motivar a los niños con un trabajo de estimulación. Luego de varias canciones y actividades en conjunto, pasan a trabajar directamente con algunos de los integrantes del equipo.
Tanto la fonoaudióloga como la kinesióloga, junto a los alumnos en práctica de las dos especialidades, son los encargados de trabajar con diferentes ejercicios junto a las madres y cuidadores. Los niños realizan actividades de acuerdo a sus necesidades y se van rotando para ser atendidos por todo el equipo.
En tanto, la trabajadora social se encuentra en continuo trabajo con las necesidades de las familias y monitoreo de los niños que faltan. También cuentan con una psicóloga que trabaja junto a los padres.
Ficha técnica:
Descripción: Proyecto orientado a la estimulación temprana de niños menores de dos años que presenten discapacidad intelectual asociada a trastorno sensoriomotor, en la que un grupo multidisciplinario interactúan con los niños y sus padres para fortalecer las áreas más sensibles en su desarrollo.
Nombre de la institución: Fundación Emerson Moreira, Artesanos de la Vida.
Nombre del proyecto: Programa de atención y seguimiento interdisciplinario temprano a niños con discapacidad intelectual asociada a trastorno sensoriomotor.
Comuna: Renca.
Número de personas beneficiadas: 12
Monto adjudicado: $8.997.470.