El jueves 24 de abril, en lo que era un antiguo y derruido galpón, se realizó el acto de bendición de los tijerales del inmueble donde se levanta la primera lavandería de inclusión e integración laboral para jóvenes con síndrome de Down en Chile.
Desde junio próximo la ciudad de Concepción será la primera de nuestro país en contar con una lavandería inclusiva que dará trabajo a 10 jóvenes con síndrome de Down y que funcionará en lo que era un antiguo galpón ubicado en avenida Manuel Rodríguez y Tucapel con el nombre de Lavandería Industrial 21.
Este innovador proyecto es posible gracias al impulso del arzobispo, monseñor Fernando Chomalí, quién, conociendo la realidad que viven los jóvenes en situación de discapacidad en Chile, realizó la gestiones necesarias para materializar este espacio de inclusión laboral.
Bernardita Roa, encargada de Responsabilidad Social Empresarial Inclusiva, viajó hasta la región del Biobío en representación de Fundación Descúbreme y destacó el valor de esta iniciativa que representa una excelente oportunidad para los jóvenes con síndrome de Down, quienes, al incorporarse al mundo laboral, realizan un aporte concreto a la sociedad y desarrollan una vida con mayor autonomía que fortalece su rol de adulto. “El proyecto constituye un gran desafío pero con un trabajo efectivo y cooperativo entre los diversos actores, en especial de la empresa privada, se podrá construir un modelo sostenible de inclusión laboral para Concepción”, afirmó.
El evento contó con la presencia del Intendente de la región del Bíobio, Rodrigo Díaz; de Maite Otondo, jefa de la carrera de pedagogía en educación diferencial de la Universidad Católica de la Santísima Concepción y de Mauro Tamayo, Director del Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis).
Por su parte, monseñor Fernando Chomalí, quien cerró el acto de bendición de los tijerales, comentó que la iniciativa “ha sido un trabajo arduo y perseverante” e hizo ver que el trabajo es la clave de la cuestión social y para terminar con la pobreza y las discriminaciones. “Esta lavandería responde al gran anhelo de las personas que nos han ayudado a hacer algo por los demás, con aquellos que por distintas circunstancias de la vida necesitan de otros. Este es un desafío que lo hemos tomado muy en serio. Es un mandato evangélico”, concluyó.
De resultar exitoso, el proyecto podría replicarse en otras regiones del país de manera de transformarse en una posibilidad laboral concreta para personas con discapacidad cognitiva en la que se utilizarán metodologías como “empleo con apoyo” y “formación en el puesto de trabajo”.
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Lavandería Industrial 21
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– Para que la gestión de la lavandería sea sustentable se requiere lavar, como mínimo, 600 kilos de ropa al día.

– 10 jóvenes con síndrome de Down tendrán un espacio laboral.

– La inversión total tuvo un valor de $107 millones de pesos. $50 para infraestructura, $50 para maquinaria y $7 para la puesta en marcha.

– Cada joven trabajará en turnos de 5 horas diarias.

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