Promover, facilitar y difundir la inclusión de las personas con discapacidad cognitiva

Desafíos de nuestra sociedad en el proceso de inclusión

NOTICIAS - 21 octubre, 2014

Por: Karin Schröder. Educadora de párvulos.
Atención a la Diversidad, Colegio Institución Teresiana
www.sindromededown.wordpress.com
inclusion2En el contexto de la Reforma Educativa necesitamos abrir el diálogo en relación a cuál es el ciudadano chileno que queremos formar en nuestras escuelas.
El paradigma de una educación homogénea queda atrás, para dar paso a la validación de la diferencia de cada uno de nuestros estudiantes. Sin embargo, aún está fuertemente instalada la creencia segregadora de una inclusión que apunta sólo hacia “algunos diferentes”. Es necesario y urgente el reconocimiento de la diversidad en todos y cada uno de los participantes de nuestra sociedad.
Desde ya hace un buen tiempo vengo planteando que la inclusión es una invitación a reconocer, vivir y celebrar la diferencia de todo ser humano. Que nada tiene que ver con luchas, puesto que en ella ganan todos.
En lo anterior existen muchos desafíos, no sólo ampliar nuestra mirada valórica con respecto a las diferencias personales, sino que, en específico, es necesario ofrecer información actualizada en relación a qué implica ser una persona con discapacidad, derribar mitos y  educar  a  nuestra sociedad.
La discapacidad en sí no existe si no es en unión con una PERSONA inmersa EN SUS CONTEXTOS. Por ende la oportunidad incidirá directamente en la capacidad de esa persona.
Sin embargo, quisiera avanzar en una reflexión menos técnica y radicalmente humana: cuando alguien sale de “la norma”, naturalmente buscamos “solucionar el problema”. Aplicamos terapias múltiples con el objetivo de “igualar lo más posible” a lo que entendemos como standard.
No es poco frecuente escuchar: “Ojalá no sufra por sentirse diferente”. “El distinto” se convierte en diagnóstico y habitualmente se transforma en “objeto aprendiz”. Nos olvidamos plantearnos qué posibilidades de aprendizaje nos ofrece aquel que vemos diferente.
De acuerdo a mi experiencia, existe una necesidad imperativa de avanzar en prácticas realmente inclusivas, puesto que en la diversidad se multiplican nuestras posibilidades de aprender a ir más lento o más rápido,  de ser flexibles y tener varios puntos de vista, de tener paciencia, de ser incondicional, de mejorar nuestras habilidades de empatía y  de respeto, de ser considerado, de comprometerme, de ser empático, de cultivar el amor altruista.
¿Y cuál es hoy justamente una de las problemáticas sociales más importantes? El individualismo, la falta de respeto, el apuro, el no saber escucharnos, la falta de paciencia y flexibilidad, el egoísmo.
Al parecer efectivamente Dios no se equivocó al hacernos diferentes…
Reducir el término de inclusión a no segregación de clases sociales es minimizar drásticamente la temática. Claramente el desafío de la inclusión apunta a cuidarnos, acompañarnos, respetarnos y valorarnos TODOS los chilenos: ciudadanos con y sin discapacidades; personas de diferentes clases sociales; personas morenas y rubias; mujeres y hombres; mapuches y colonos; trabajadores y empresarios; personas de diferentes creencias; peatones, ciclistas y automovilistas; niños, jóvenes, adultos y adultos mayores; profesores, apoderados y directores; vendedores y compradores; colocolinos  y chunchos… ¡Qué enhorabuena somos todos diferentes!
No busquemos receta, busquemos diálogo, comunicación y acuerdos. No busquemos igualarnos, busquemos complementarnos. No busquemos especializarnos, busquemos humanizarnos.
El “estar preparado” para la inclusión es principalmente voluntad, amor al prójimo, creencia,  valentía y humildad.

Las opiniones expresadas en esta sección buscan ampliar las miradas sobre los temas de inclusión, diversidad funcional y discapacidad cognitiva. Estas opiniones son de responsabilidad del autor y no represent necesariamente el pensamiento de Fundación Descúbreme.
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